El 28 de agosto, SpaceX lanzó 21 satélites Starlink en una misión exitosa, pero la recuperación del cohete Falcon 9 no salió como se esperaba. La primera etapa del cohete, el motor B1062, se perdió durante el aterrizaje, lo que llevó a la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) a iniciar una investigación y suspender temporalmente los permisos para nuevos lanzamientos.
¿Qué pasó?
Aunque los satélites fueron puestos en órbita, la recuperación fracasó. El misil se acercó a la pista a excesiva velocidad, poniendo en peligro las pistas de aterrizaje y provocando el impacto. Aunque se observaron imágenes de la base del misil girando, no hubo daños ni daños significativos más allá de la pérdida de la estructura del misil.
inspección de la FAA
La FAA está investigando el incidente para determinar la causa y evaluar cualquier riesgo potencial para la seguridad pública. Mientras tanto, todos los vuelos del Falcon 9 han sido suspendidos hasta que se resuelva la situación. La FAA declaró que ningún sistema o procedimiento relacionado con la anomalía podría afectar la seguridad pública para permitir que continúen los lanzamientos.
SpaceX tendrá la oportunidad de solicitar la modificación de su licencia para implementar medidas correctivas y posiblemente recuperar sus licencias antes de que concluya la investigación. En el pasado, la compañía ha enfrentado suspensiones similares, como la del 11 de julio debido a una falla en el motor de la etapa superior, de la que se recuperó en apenas dos semanas.
Impacto del calendario de lanzamiento
Esta suspensión podría afectar a los planes de lanzamiento de SpaceX, en particular a la misión Polar Dawn, que ya fue pospuesta debido a condiciones climáticas adversas. Si se prorroga la suspensión, el calendario de la misión Crew-9, que incluye la recuperación de dos astronautas de la ISS, así como la misión Clipper Europa, también podría cambiar.